Ovillas de entretiempo
Sinopsis del producto
“Gota por gota”, las ovillantes aprontan el tejido del agua, “agua que desvela, limpia y lleva (…) incesante, ya no duele”. Penélopes inversas no esperan ningún amado, solo juntan lana en busca de una frecuencia capaz de cantar el dolor sin padecerlo. En eso no están solas, sus colaboradoras estrechas son las “solfeggias”, bravas alistadoras de frecuencias curativas, dispuestas a recibir a cualquier “novia a jirones” y a “su copa de vino apenas”. A penas mal trenzadas, a elixires mal servidos, responden también las recién llegadas de “Apocalúcida”, una tierra toda ella claroscuros, entrevisiones del futuro: “Dejala florecer./ En el fin/ volverás a mis ojos”. Vienen ellas de un largo viaje, llegan desde “detrás de la puerta”, “donde el tiempo se comió todos los chocolatines”, a refundar una posible infancia, “en su barco de papel”. Aún no está amarrado el barco, cuando ya se escuchan las risotadas de los dueños del puerto. ¡Habrase visto, mujeres grandes! Pero, entre espacios de burócratas, se cuelan las “alquimeras”: un comité silencioso de recepción para embarcaciones que, por fin, no trafiquen ilusiones. Ahí están también las “umbraleras”, a puro “persistir donde cantan” y “ventilar música tibia”. Tibia, sí. Ya vendrá el tiempo de subir el volumen, cuando las “fondeadoras” “insistan vientre afuera”. Y si el desembarco logra su presencia de brillo esfumado, llegarán las “apenadoras”, para acunar astillas de cualquier arrorró. Será entonces el turno de recomenzar. Justo en el sitio donde las “aladeantes” “hacen llover acentos”, “duendea un eco” y “de ombligo florece la belleza”. Gota por gota, ya no duele. Es viernes, claro. Entretiempo. El día en que los preámbulos despuntan en los finales. La tarde es “color verdemayo”. Y “espejito, espejito” no sabe qué ala después. Pero, ala, ala, “Mientras Sísifo desenreda el ovillo de arena desde la punta de su palabra”. Es viernes, siempre es viernes, cuando las ovillantes desenredan los almanaques y fundan su entretiempo. Allí, Verónica Pérez Lambrecht y su tribu de personajes poéticos insisten, no esperan. Y ya no duele. Que ya no duela. Gabriela Stoppelman
9789878967554
poesía, embarcaciones, quimeras, agua, entretiempo, ovillos
$ 17.465
99999 disponibles
PVP $ 17.465